Maderas claras y matéricas como el roble natural y el eucalipto, con vetas a vista o cepillados a mano, para plasmar superficies únicas y vivas al tacto. En los textiles privilegia los colores claros y terrosos, así como tramas matéricas que resaltan la forma redondeada de los sofás. Es éste el origen de Dadirri de Marta Ferri, que la diseñadora define “una colección textil cuyo objeto es lograr una combinación ideal entre la contemplación serena y la escucha profunda de la naturaleza que nos rodea, un homenaje a los tonos cálidos de la tierra y su sinfín de matices diferentes. Un engranaje armonioso que combina tonalidades neutras, partiendo de los grises, el beis y el camello, solapándolas en contraste evidente con colores vivos como el verde musgo, el amarillo ocre y el óxido”. Para un hogar que hay que “sentir”, suave y verdadero. Un hogar a decorar alrededor de la persona, como un traje a medida.